El libertarismo y el liberalismo son dos corrientes políticas relacionadas pero con algunas diferencias en su enfoque y filosofía.
A continuación, te destacaremos cuatro de ellas:
Alcance del Gobierno:
Libertarismo: El libertarismo aboga por un gobierno extremadamente limitado o inexistente. Los libertarios creen que el gobierno debe intervenir lo menos posible en la vida de las personas y en la economía. En su forma más extrema, algunos libertarios defienden la abolición del gobierno y la autoridad en su totalidad.
Liberalismo: El liberalismo, en su variante clásica, busca un gobierno que proteja los derechos individuales y promueva un mercado libre y competente. Aunque también aboga por limitar la interferencia gubernamental, no necesariamente busca la eliminación completa del gobierno, como lo hace el libertarismo en su forma más extrema.
Economía:
Libertarismo: Los libertarios tienden a abogar por un mercado completamente libre, donde no haya regulaciones gubernamentales en la economía. Esto incluye la oposición a impuestos, subsidios y regulaciones comerciales.
Liberalismo: El liberalismo, especialmente en su forma clásica, aboga por un mercado libre pero acepta la necesidad de regulaciones gubernamentales para abordar asimetrías de información, monopolios y externalidades negativas.
Bienestar Social:
Libertarismo: Los libertarios generalmente se oponen a los programas de bienestar social y creen que las personas deben ser responsables de su propio bienestar económico y social.
Liberalismo: El liberalismo puede respaldar la idea de un sistema de bienestar social que brinde un cierto nivel de apoyo económico y de atención médica a quienes lo necesitan, aunque la extensión de estos programas puede variar.
Derechos Civiles:
Libertarismo: Los libertarios suelen ser fuertes defensores de los derechos civiles y las libertades individuales, incluido el derecho a la privacidad, la libertad de expresión y la igualdad ante la ley.
Liberalismo: El liberalismo también valora los derechos civiles, pero puede estar dispuesto a equilibrarlos con ciertas restricciones en nombre del interés público.
(*) Una salvedad importante: En EE. UU. a muchos demócratas también se los llama "liberales". Es por esto que quienes defienden los derechos y libertades individuales sobre los del estado, tanto en lo económico como en lo social, decidieron llamarse "libertarios". En resumen, el libertarismo tiende a ser más radical en su enfoque de limitar el gobierno, mientras que el liberalismo, especialmente en su variante clásica, busca un equilibrio entre la intervención gubernamental y la protección de los derechos individuales.
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